El Consejo de Ministros ha aprobado el Estatuto del Becario, que introduce un marco reforzado para las prácticas formativas. El texto, pendiente todavía de tramitación parlamentaria, reduce la duración de las prácticas extracurriculares, obliga a compensar los gastos derivados de la actividad e incorpora nuevos derechos en materia de jornada, descansos y prevención de riesgos laborales.
En declaraciones al diario Expansión, Marina de Castro, directora del departamento Laboral en MAIO Legal, destaca que la norma refuerza la naturaleza estrictamente formativa de las prácticas y prevé mayores facultades de inspección, así como un régimen sancionador específico.
Marina subraya que, en este contexto, las empresas deberán revisar sus programas de prácticas y convenios educativos, asegurando que las funciones desempeñadas y la tutorización se ajustan al proyecto formativo y a los requisitos legales. Asimismo, advierte de que aquellas organizaciones que venían incorporando perfiles en prácticas en tareas estructurales deberán adaptar su organización interna a la nueva regulación.
